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    ¿Es el
    buceo una actividad respetuosa con el medio marino? 
    Vamos a explorar la
    relación entre buceo y medio ambiente desde una óptica individual, y para ello, tal vez
    lo mejor sea pasar revista sistemática a todas aquellas formas en que el buceo afecta al
    medio natural. Nos vamos a referir solo a los efectos más directos. Los efectos
    indirectos son más difíciles de determinar, si bien toda aquella persona que desee
    considerarse a si misma como respetuosa con el medio no los puede dejat de lado. 
    IMPACTOS DEL BUCEO SOBRE EL MEDIO MARINO 
    Es posible diferenciar dos grandes grupos de
    impactos: los producidos durante la inmersión y los que tienen su origen fuera del agua. 
    DURANTE LA INMERSION  
    
      Recolección de ejemplares
       
      Es muy común la costumbre de recoger ejemplares de determinadas especies a modo de
      recuerdo o trofeo durante la inmersión. Por lo general, las especies recolectadas son
      aquellas de gran tamaño, facilidad de conservación y carácter emblemático del mundo
      submarino: Animales de esqueleto calcificado (gorgonias, corales...) y grandes moluscos
      (nacras y caracolas). Por sus propias características, son especies de crecimiento lento.
      A modo de ejemplo, se puede estimar que una gorgónia crece aproximadamente 1 cm al año,
      por lo cual es fácil entender el efecto negativo que supone su recolección.  
     
    
      Pesca furtiva 
      Dentro de este apartado se incluye la recolección y captura de ejemplares con fines
      "gastronómicos" o incluso comerciales. Una posibilidad aun más grave, por lo
      que tiene de antideportivo, es la pesca submarina utilizando equipos de buceo autónomo.
      Esta actividad es probablemente la más nociva de todas, por su carácter voluntario y
      premeditado, así como por su clara transgresión de la legislación vigente. 
     
    
      Agresiones
      involuntarias  
      Este apartado se refiere a los daños causados en los ecosistemas submarinos por la falta
      de pericia o la desidia de los buceadores. Las especies de crecimiento lento y esqueleto
      calcificado son una vez más las principalmente afectadas. Los aleteos descontrolados y el
      desplazarse apoyando nuestro peso sobre el fondo marino, causan graves daños a este tipo
      de organismos.  
      También es frecuente el levantar las piedras del fondo marino para observar las especies
      que habitan bajo ellas. El no devolverlas a su posición original implica la muerte de los
      organismos que viven en su cara superior y la de aquellos que ocupan su cara inferior. Es
      fácil comprender que se trata de especies adaptadas a condiciones ambientales muy
      diferentes, y que una alteración tan radical de su hábitat lleva aparejada su
      desaparición. 
      En general, el molestar a los animales marinos, alterando su comportamiento natural, es
      también una forma de agresión, cuyas consecuencias son difíciles de valorar. Muchas
      especies son territoriales o dependen de un refugio para su supervivencia, y nuestra
      curiosidad les puede costar muy cara. 
     
    
      Alimentación
      (feeding)  
      Ofrecer alimento a los peces es una práctica habitual de los escafandristas, pues permite
      en ocasiones una mayor aproximación a las especies de gran tamaño, además de constituir
      muchas veces el propio objetivo de la inmersión. Aparentemente, y así ha sido
      considerada durante mucho tiempo, se trata de una actividad inocua para el medio marino.
      Esto es así cuando se realiza en forma esporádica, pero su práctica continuada sobre el
      mismo punto de inmersión, ocasiona alteraciones en el comportamiento de las especies
      afectadas que repercuten incluso en el equilibrio natural del ecosistema. Por supuesto, es
      obvio que si el alimento que se ofrece a los peces procede del mismo mar, como por ejemplo
      los erizos, nos hallamos ante un comportamiento mucho más perjudicial.  
     
    FUERA DEL AGUA 
    
      Problemas con
      el fondeo  
      El efecto de las anclas sobre el fondo marino puede ser altamente perjudicial en función
      de la sensibilidad del ecosistema submarino y de la frecuencia con la que se fondee sobre
      el. En este sentido, los lugares más sensibles son las praderas de poseidonias y los
      fondos rocosos donde habitan las gorgonias y otros organismos similares.  
      Derrame de
      combustible   
      A pesar de la espectacularidad de las mareas negras, la mayor parte de los hidrocarburos
      presentes en el medio marino tienen su origen en lo que eufemísticamente se denominan
      "negligencias operativas", es decir, derrames ocasionados durante las
      operaciones de carga de combustible, limpieza y funcionamiento de los motores marinos.
      Ciertamente, solo un pequeño porcentaje de esta cantidad puede ser imputada a las
      embarcaciones deportivas, pero esto no impide que en determinados puntos de la costa, en
      puertos y bahías cerradas, las persistentes manchas de combustible que se extienden como
      una fina película sobre la superficie del agua, tengan este origen. No vamos a hablar
      aquí de los efectos de estas sustancias sobre el medio marino, pero si queremos insistir
      en la necesidad de aplicar todas las medidas a nuestro alcance para limitar este tipo de
      polución.  
      Vertido de
      basuras y desperdicios  
      Tradicionalmente, el mar ha sido considerado como el gran vertedero final de los residuos
      ocasionados por las actividades humanas. En este contexto, y puesto que las aguas
      litorales reciben los contaminantes de todo tipo originados en las ciudades y la
      industria, no tenía nada de sorprendente la costumbre de arrojar por la borda todos los
      desperdicios y basuras generados a bordo de la embarcación. Esta filosofía es errónea.
      La capacidad del mar para aceptar y asimilar residuos es limitada, y los efectos de los
      polucionantes sobre el medio marino, tarde o temprano, repercuten sobre nosotros. Una vez
      más, podemos señalar que la aportación de las embarcaciones de los escafandristas es
      muy pequeña en relación con el total de los vertidos al mar. Sin embargo, no se trata de
      una cuestión de cantidades, sino de principios. No cuesta mucho el guardar toda la basura
      y depositarla en una papelera al llegar a puerto. Especialmente peligrosos son algunos
      tipos concretos de residuos, como los plásticos, por su capacidad de permanencia en el
      medio marino. Así mismo, son muy dañinos para determinadas especies. Las bolsas de
      plástico son a menudo confundidas con medusas por las tortugas de mar, y tras su
      ingestión, provocan con mucha frecuencia la muerte de estos animales, que por otra parte,
      se hallan en grave peligro de extinción. Los anillos de plástico que sujetan los lotes
      de latas o botellas de refresco ocasionan un efecto similar, pero sobre algunas aves
      marinas, que quedan enganchadas en ellos.  
      Navegación inadecuada
       
      Para cerrar este apartado, queremos mencionar de forma muy breve el efecto nocivo de la
      navegación a gran velocidad sobre aguas someras, que se traduce en ruidos y vibraciones
      que alteran el medio natural de muchas especies litorales y favorecen su desaparición o
      la alteración de su comportamiento.  
      Además, los atropellos de buceadores y bañistas son cada año más frecuentes. Podemos
      contribuir a evitarlos tanto dentro como fuera del agua: Si vamos a bucear llevaremos una
      boya de señalización. Si vamos en un embarcación, navegaremos a velocidad moderada y
      con toda nuestra atención en lo que tenemos por delante. 
     
    LA IMPORTANCIA DE UN  COMPORTAMIENTO CORRECTO 
    En los apartados anteriores se ha hecho un
    rápido repaso a las formas en que la práctica del escafandrismo incide en la
    conservación de los ecosistemas submarinos. ¿Cuáles son los motivos para fomentar un
    correcto comportamiento del escafandrista en su relación con el medio ambiente?  
      Un motivo de tipo personal,
        pues todos somos responsables en la medida de nuestras posibilidades de la conservación
        del patrimonio natural, un legado que tenemos la obligación de preservar para las
        generaciones venideras.  
       
      Un motivo deportivo, pues los
        buceadores son el colectivo que más intensamente vive su relación con el mar, y es por
        lo tanto el más interesado en el mantenimiento de sus condiciones naturales, la riqueza
        de los fondos que visita y la calidad del agua en que se sumerge.  
       
      Un motivo de imagen, pues
        debería ser un objetivo común a todos los practicantes de las actividades subacuáticas
        el ofrecer al resto de la sociedad la verdadera imagen de nuestro deporte, altamente
        respetuoso con el medio en que se desarrolla.  
       
     
    ALGUNAS BUENAS IDEAS 
      Cuida los fondos donde te sumerges.  
       
      Perfecciona tu técnica de buceo. Domina el
        control de la flotabilidad y controla tu aleteo. 
       
      Respeta la fauna y la flora. Llévate solo las
        fotos, para que el próximo buceador pueda también disfrutar de la inmersión.  
       
      Da en todo momento ejemplo de un
        comportamiento correcto.  
       
      Muéstrate crítico con las actuaciones
        dañinas o antideportivas. 
       
      Conoce a las especies vegetales y animales
        más importantes de la zona donde buceas, así como el funcionamiento general del
        ecosistema en el que habitan. 
       
      Piensa que todo el planeta es un solo
        ecosistema. Lo que hagas en tierra repercute en el mar. 
       
      Se consciente de tu papel y obra en
        consecuencia. 
       
     
    ¡Gracias por tu colaboración!   
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