Bucear a pulmón es sencillo. En realidad, la mayor parte de los buceadores
        han sido autodidactas en este aspecto. De momento, aquí presentamos las preguntas más
        frecuentes que los nuevos buceadores formulan en relación al buceo en apnea. 
        ¿Por que se le llama "buceo en
        apnea" 
        Apnea es
        una palabra griega que significa literalmente "sin aire". En esta modalidad del
        buceo, cuando nos sumergimos no disponemos de ninguna fuente externa de aire. Solo
        contamos con el que llevamos en nuestro interior. Es frecuente encontrar en revistas de
        buceo el término "snorkelling", que proviene de la palabra inglesa que
        significa tubo. El buceo en apnea es el buceo con tubo. A nosotros nos parece un poco
        hortera el decir que practicamos el "tubing" 
        ¿Qué material necesito? 
        Lo
        realmente imprescindible son las gafas, el tubo y las aletas. No hace falta adquirir un
        material muy sofisticado. Solo es necesario que reúna un mínimo de calidad: 
        
          
              | 
            Las gafas de
            buceo deben de cumplir dos requisitos fundamentales: Deben permitir
            pinzarse la nariz, requisito imprescindible para realizar una adecuada compensación de la
            presión en los oídos, y tener un cristal de seguridad inastillable. La mayor parte del
            material a la venta (por no decir la totalidad) cumple estos requisitos, siempre y cuando
            se trate de marcas especializadas en la fabricación de material de buceo. Seleccionaremos
            un modelo que se adapte bien a nuestra cara. Para ello, la mejor prueba es colocárnoslas
            sin la correa de goma y comprobaremos que se nos sostienen solo con tratar de inspirar
            aire por la nariz. Podemos encontrar modelos de calidad suficiente desde 2.500 a 3.000
            pts.  | 
           
          
              | 
            El tubo
            nos permite respirar sin necesidad de sacar la cabeza del agua. Las condiciones que debe
            de cumplir son bien sencillas: Una longitud intermedia, ni muy largo ni muy corto (unos 40
            cm.), que no sea muy estrecho (2,5 a 3 cm.), pues esto haría más difícil una adecuada
            respiración, y una boquilla que sintamos cómoda en la boca. Hoy en día la mayor parte
            de los tubos se presentan equipados con boquilla de silicona, que suele ser más cómoda
            que la boquilla de goma. Muchos tubos tienen una o más válvulas para evacuar el agua que
            penetra en su interior. Se trata de un accesorio que no es realmente necesario y que puede
            incrementar considerablemente su precio. Es posible encontrar tubos de calidad suficiente
            desde 1.000 pts, aun cuando los hay por todavía menos dinero. Un consejo es comprarlos
            flexibles, pues los tubos rígidos acostumbran a "morir" antes, a consecuencia
            de pisotones, golpes, servir de apoyo a objetos pesados y otros accidentes
            similares.    | 
           
          
              | 
            Las aletas
            son nuestro elemento propulsor, y tal vez la parte del equipo con mayor variabilidad de
            precio, y por lo tanto, la más difícil de seleccionar. Si solo deseamos iniciarnos en el
            buceo,  pasear y efectuar cortas inmersiones, lo mejor es una sencilla aleta de pie
            cerrado. Son modelos muy económicos y fáciles de transportar. Si tenemos en mente
            realizar un curso de buceo con botellas, lo mejor es ir ya a por una aleta con mayores
            prestaciones, de pala ancha y talón abierto, lo que nos obligará a adquirir también
            unos escarpines (calcetines de neopreno). Los modelos más sencillos de aletas se
            encuentran en el mercado desde las 3.000 pts, mientras que si buscamos algo mejor, nos
            saldrá a partir de unas 5.000.  | 
           
         
        
        La presión del agua afecta al tímpano. Para
        evitar el dolor basta con apretarnos suavemente la nariz (las gafas de buceo que estamos
        utilizando deben permitirlo) y soplar (con la boca cerrada, claro). Esta maniobra
        incrementa la presión dentro de nuestro oído, compensando la presión externa, por lo
        que el dolor desaparece. Muy importante: Nunca hay que seguir descendiendo si
        sentimos dolor en los oídos. 
        ¿A qué profundidad puedo bajar? 
        La profundidad depende de tu entrenamiento. De
        todas formas, lo importante no es bajar, sino disfrutar de lo que halles en tu inmersión.
        Bajar es un riesgo ....que aumenta con la profundidad. Escucha a tu propio cuerpo y haz
        caso de sus señales. No apures tu tiempo de apnea. No realices dos apneas sucesivas sin
        un tiempo adecuado de recuperación. Recuerda que estamos aquí para disfrutar. 
           |